Britney, quién te ha visto y quién te ve...

El escalofriante documento que os traigo hoy es una comparativa que muestra lo que una megaestrella del pop llegó a ser y para lo que ha quedado en la actualidad.

Porque me vais a permitir que diga que cuando un@ es una estrella de la música, del cine o de hacer encaje de bolillos se debe a sus fans y por supuestísimo a su propia imagen. Y como tal, se tienen que cuidar y mantenerse en forma, o por lo menos no abandonarse de esa forma.

Y con esto voy a ser absolutamente radical.

Britney Spears (o como la llama Jose, "la funcionaria del pop"), ha pasado de su carrera en los últimos 5 años de una manera sobrecogedora. Que si ahora me rapo la cabeza, que si me caso en Las Vegas y pido el divorcio a las 72 horas (evidentemente iba pedísimo), que si tengo críos y me disputo la custodia, que si pierdo la custodia, que si empiezo a engordar, que si sigo engordando, que si paso de aprenderme la coreografía, que si hago el más espantoso de los ridículos ante toda América, que si ya no vendo discos, que si sigo engordando, Oh... donuts!... sigo engordando,...

Y así en un bucle infinito del que Britney dudo que vaya a poder salir nunca.

Es una pena, pero es así. Hoy estoy refranero, por lo que diré que "Cualquier tiempo pasado fue mejor" y que "Una imagen vale más que mil palabras"...

Os dejo con la que oficialmente es la nueva cerdita Peggy del pop.

Pa mear y no echar gota, oiga!