El vídeo hace numerosas referencias a películas cinematográficas, como Alien (el momento en el que alumbra a sus vástagos que resultan ser ella misma es brutal!), Metrópolis, Sin City o Mars Attack. Visualmente es increíblemente estético. La Gaga da un giro de tuerca y abandona sus habituales trajes excéntricos, para crear un universo surrealista, oscuro, terrorífico y visceral.
La gama de colores con la predominancia de los blancos y negros, los colores flúor y los juegos de sombras dotan al vídeo de un halo de virtuosismo y misterio, que en momentos alterna con escenas que parecen salidas de las películas de ciencia-ficción de los 70. Un vídeo que no deja indiferente y que está por encima de sus últimas producciones "Alejandro" y "Telephone", aunque resulta dificil comparar unos clips con otros.
En definitiva, una obra de arte, de más de siete minutos, que está a la altura de su (hasta la fecha) mejor clip "Bad Romance". El comienzo de una nueva era musical. A ver que otras sorpresas nos tiene preparadas Lady gaga para este 2011.
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